Emprendedores inteligentes

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Desde una edad muy temprana, se nos recuerda constantemente lo importante que es ser inteligente y trabajador, como si todo lo que nos propongamos pudiera lograrse con la santa combinación de estas dos cualidades.

En casa, en la escuela o en una conversación con un amigo, siempre parece que todos están de acuerdo en lo que se necesita para tener éxito: inteligencia y la voluntad para cansarnos. Sin embargo, si fuera así de fácil, mucha gente sería verdaderamente exitosa o al menos se consideraría así.

La verdad es que hay cosas más importantes si quiere triunfar en la vida en general y como emprendedor en particular. Cualquiera también pudiera comprar ese razonamiento y trabajar incansablemente como si tuviera algo que demostrarles a los demás o como si lo mejor fuera todo lo que necesita.

Después de un tiempo, se dará cuenta de que la inteligencia no es suficiente si quiere triunfar en cualquier parte de la vida. Al aferrarse a ese sistema de creencias solo estará saboteando su propio crecimiento en formas que al principio costarán ver o comprender.

En un artículo de Harvard Business Review del autor y ex psicólogo clínico Alice Boys hay extracto que llama la atención:

 

“La inteligencia bruta es sin duda un gran activo, pero no lo es todo. Y a veces, cuando las personas con talento intelectual no logran tanto como les gustaría, es porque se están socavando sutilmente a sí mismas “.

 

¿Cómo es que las personas con talento e inteligencia siempre caen en las mismas trampas? ¿Cómo es que sus mentes convergen hacia las mismas falacias? ¿Y por qué la inteligencia es un arma de doble filo que debe mantenerse bajo control? Aquí hay 4 formas en que los emprendedores inteligentes se sabotean a sí mismos:

 

Se obsesionan con sus fortalezas

A las personas inteligentes a menudo se les dice que son inteligentes desde una edad muy temprana. Por parte de sus padres, sus maestros y sus familiares, los ánimos fluyen a la perfección.

De niños y adolescentes, y posiblemente incluso de adultos jóvenes, crecen creyendo que su inteligencia es la única fortaleza que importa. Después de todo, los ayudó a pasar años del sistema escolar ilesos, entonces, ¿por qué no funcionaría en el mundo real?

Como resultado, las personas inteligentes eventualmente terminan enfocándose en su inteligencia e ingenio, descuidando y descartando por completo otras habilidades necesarias en la vida y en el lugar de trabajo, como trabajao en red o la diplomacia de oficina, por ejemplo.

Aquí hay un ejemplo: un niño inteligente se convierte en un abogado inteligente. Después de la escuela de leyes, es contratado por un bufete de abogados aparentemente bueno. Después de unas semanas, la diplomacia de la oficina se convierte en una carga tal que ya no puede hacerlo. Entonces, lo descarta como una irritación en lugar de una habilidad necesaria en la que debería estar trabajando.

Esto se debe a que las personas inteligentes generalmente se obsesionan con sus fortalezas y prefieren olvidarse de sus debilidades. En muchos casos, eso significa centrarse en la única fortaleza que consideran útil: su cerebro.

Para evitar esta trampa, aproveche sus fortalezas para superar sus debilidades. Créame, no necesita un cambio de imagen de personalidad, solo necesita comprender la necesidad de aprender algunas habilidades importantes. Concretamente, lo que necesitas es un plan de acción y una actitud positiva y constructiva.

Ser inteligente generalmente significa que también aprende rápido y eficientemente, así que úselo. Empiece por identificar las áreas en las que le faltan y las habilidades que necesita para desarrollar y trazar un plan claro sobre cómo alcanzarlas.

 

A ellos generalmente les resulta frustrante el trabajo en equipo.

Las personas que captan la información más rápido y mantienen su desempeño en estándares más altos generalmente tienen dificultades para trabajar con quienes tardan más en procesar la información y los conceptos. Eso no quiere decir que estos últimos sean personas poco inteligentes, pero los cerebros difieren.

¿Puede recordar cuántas veces en su época del colegio terminó soñando despierto o dibujando garabatos en una clase que creía que se movía demasiado lento para usted (y que probablemente, terminó con un regaño del profesor)? ¡Era realmente frustrante!

La frustración del trabajo en equipo se desarrolla temprano en los niños inteligentes y se desencadena a lo largo de la vida. Los puntos emocionales crudos que se desarrollan en la infancia a menudo causan una reacción interna enorme cuando se frotan en la edad adulta.

Como resultado, los emprendedores inteligentes a menudo preferirán trabajar solos. Incluso cuando tienen que trabajar en equipo, lo hacen con una especie de reticencia que los hace incapaces de dedicar toda su atención al equipo.

Además, los emprendedores inteligentes generalmente tendrán problemas para delegar tareas. Debido a que valoran su inteligencia y a menudo son perfeccionistas, siempre piensan que deberían ser ellos quienes hagan el trabajo si quieren ver los resultados que imaginan.

La comprensión y la compasión son las cualidades más importantes para no caer en esta trampa. Sea compasivo con sus engranajes y reacciones internas y comprenda de dónde vienen. Esto requerirá mucha reflexión, pero liberará su mente de ideas de autosabotaje.

Como especie, necesitamos aprender lo que las diferentes mentes pueden aportar a la mesa mientras reconocemos plenamente que los diferentes cerebros funcionan de diferentes maneras. La inteligencia puede tomar muchas formas y nadie es inteligente en todos los aspectos.

 

Atribuyen su autoestima a su inteligencia

Cada vez que unimos nuestra autoestima a nuestra inteligencia, nos resulta extremadamente difícil estar en situaciones que nos desafían intelectualmente. Cualquier cosa que pueda hacer estallar la burbuja de nuestro intelecto divino es un golpe para nuestro ego y un golpe del que es difícil recuperarse.

Recuerde la última vez que estuvo en la misma habitación con personas más hábiles o conocedoras que usted, o cuando recibió comentarios críticos, o incluso cuando asumió un riesgo y fracasó. ¿Su autoestima sufrió un golpe?

A la larga, cualquier situación que le haga dudar de su intelecto se volverá amenazadora. El resultado es una evitación malsana de tales situaciones, lo que definitivamente le llevará a reprimirse debido al miedo y al ego.

En una era en la que el conocimiento se ha vuelto tan fácilmente accesible, necesitamos volver a aprender a aprender. Cada persona que conocemos puede, sin duda, enseñarnos algo nuevo.

Si cree que cayó o está cayendo en esta trampa, debe evaluar objetivamente los beneficios de rodearse de personas más inteligentes y más hábiles que usted. Tener gente inteligente cerca significa que está haciendo algo bien.

Aprenda a desarrollar relaciones con personas de su confianza que le brindarán una retroalimentación honesta y constructiva. Cuando encuentre personas que confíen en sus capacidades y talento, se acostumbrará a recibir comentarios significativos.

 

Les encanta pensar demasiado

Las personas inteligentes están acostumbradas a tener éxito a través de sus habilidades de pensamiento, por lo que, naturalmente, piensan que ese es el camino a seguir en la vida. Lamentablemente, a menudo pasan por alto cuándo sería más beneficioso un enfoque diferente cuando se trata de un desafío, una decisión o un obstáculo.

Cuando se enfrentan a una situación difícil, las personas inteligentes investigan en exceso todas las opciones posibles y reflexionan sobre cada error del pasado. Eso es porque están convencidos de que pensar en las cosas es la forma óptima de llegar a una solución.

En su lugar, intente ser consciente de su pensamiento y sepa cuándo se convierte en una obsesión poco saludable. Hay tantas otras estrategias que podría usar para tomar decisiones y soluciones: considere tomar un descanso real para despegarse o aprender haciendo en lugar de una investigación exhaustiva.

Si no amplía su rango de habilidades para llegar a conocimientos, siempre verá los problemas como clavos porque solo tiene un martillo. Recuerde que una herramienta no puede servir para todos los propósitos.

 

Pensamientos finales

Mucha gente cae en esta línea de pensamiento porque fuimos criados en un mundo en rápido desarrollo donde la inteligencia y el trabajo duro eran, a la vez, una combinación ganadora. Terminamos enfocándonos en la única fortaleza que consideramos nuestra más grande y nos olvidamos de navegar por otras habilidades necesarias.

Pero no se preocupe, ya que incluso los patrones psicológicos más antiguos y profundos se pueden revertir con un enfoque de resolución de problemas específico y práctico.