Equipo de trabajo: Cómo tener encuentros uno-a-uno de mayor impacto
Como gerente, puede pasar la mayor parte de su tiempo en reuniones individuales con su equipo trabajo.
La mayoría de estos se dedican a mirar hacia atrás, a lo que ha sucedido desde su última puesta al día o al presente con el clásico: “¿Qué tienes en este momento?”.
Al cambiar la estructura de las reuniones individuales con su equipo, cambiará por completo las relaciones que tenga con ellos y hasta esperarán con ansias la próxima, ¿se imaginas?
Hable de negocios solo si tiene tiempo.
Sí, así como lo lee.
Seamos realistas, cualquiera que sea gerente sabe que su equipo le hará las preguntas que necesite cuando se les ocurran. Tanto si tiene los auriculares puestos como si no.
Personalmente, elegiría tener una política de ‘puertas abiertas’ con el equipo para que las reuniones individuales se puedan dedicar a hablar sobre ellos en lugar de trabajar sobre una lista de cuestionamientos que ellos pudieran haber estado acumulando.
Una relación honesta con el equipo es clave. Por lo que, no estaría de más dejarles saber sosbre las cosas en las que ha estado trabajando o tiene planeado trabajar por un tiempo.
Preferiblemente, procure que estos encuentros sean libres de interrupciones. O simplemente, considere ‘salir de la caja’ y darle lugar en otro sitio por un rato.
Empiece siempre con un “¿cómo estás?”
La mayoría de nosotros probablemente hagamos esto, pero ¿cuántos de nosotros esperamos escuchar la respuesta?
Se sorprenderá de lo mucho que la gente está dispuesta a abrirse cuando hace las preguntas y cierra la boca por un segundo. Y, si obtiene la respuesta estándar “Estoy bien”, vuelva a preguntar. “¿Cómo estás, de verdad?”. Eso suele causarle a la gente un shock.
Querrá asegurarse de que su equipo sepa que realmente le importa cómo están y preguntarles cuando llega a la oficina o junto a la máquina de café no permite que alguien que no esté bien se lo cuente.
Pero, ¿y si siguen y siguen durante toda la reunión?
Es su encuentro. Entonces, si quieren hablar sobre sus propias cosas, déjelos.
Sin embargo, hago una advertencia. Usted no es terapeuta, consejero o psiquiatra, así que si están pasando por algunos problemas, sea claro con ellos, usted está allí para firmar y ser bastante asertivo si parece que están tomando poca o ninguna acción entre una conversación y la siguiente.
Feedback, feedback, feedback
Lo segundo para hacer en cada reunión individual es dar feedback (retroalimentación), sin falta, en todo momento.
Si no está trabajando lo suficientemente estrechamente con alguien como para tener algo sobre lo cual darles comentarios, entonces no es la mejor persona para apoyar su desarrollo.
El feedback no tiene que ser nada masivo, ni tiene que ser “negativo”.
Dígales lo que le gustó de un trabajo que hicieron, sugiera algo que puedan probar de manera diferente la próxima vez o hable sobre el comportamiento que observó en la reunión del equipo.
Sea lo que sea, sea específico y constructivo.
La retroalimentación es una calle de dos vías.
También desafíe a su equipo a que le dé su opinión todas y cada una de las veces. Al principio puede que lo que consiga sean caras en blanco o algunos: “no, todo está bien”. Pero en cuanto se den cuenta de que eso no es suficiente, pronto empezarán a llegar preparados con algo; cualquier cosa sobre la cual darle su opinión.
Podrían decirle qué les gustó de la última reunión del equipo, hablarle de un correo electrónico que olvidó leer o labores en que podrían hacer con más apoyo. Con el tiempo, los comentarios se volverán cada vez más constructivos y aprenderá mucho sobre su equipo y lo que necesitaban de usted.
Todos los días son día de escuela
La última pregunta para hacer siempre a su equipo es: “¿aprendiste algo nuevo?”.
Una vez más, será algo que comience lentamente -y la mayoría de ellos parecerán confundidos-, pero pronto se darán cuenta de que usted tampoco se rinde y que seguir respondiendo “no” empezará a ser incómodo.
La verdad es que están aprendiendo pero no lo habían pensado de esa manera.
Realmente creo en lograr que su equipo se dé cuenta de que están aprendiendo cada vez que intentan algo nuevo, hacen algo diferente o hablan con alguien que no conocen.
Al hacer esto, se sentirán 10 veces más desarrollados a pesar de no haber asistido nunca a un curso de 4 días sobre cómo ser una leyenda absoluta.
Entonces, hacer esta pregunta es una pequeña forma de comenzar a construir una cultura de aprendizaje en su equipo y recordarle a su equipo que ellos mismos están a cargo de su propio desarrollo.
Una última pregunta…
Éste es para usted. Luego de terminar con sus encuentros, cuando regrese a su oficina o tome su café número 12, o esté de camino a casa. Pregúntese: ¿Hice algo para marcar la diferencia en mi equipo?